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martes, 16 de abril de 2013

Tarros y tarritos

Están de moda. Son fácilmente combinables, admiten mil coordinaciones, sus tamaños son variadísimos, igual que sus colores... Y son absolutamente preciosos...

No vale cualquier tarro, si son latas, que no estén oxidadas, si son de cristal, mejor cuanto más diversidad consigamos. Decorarlos es una opción romántica que permite personalizar aún más el centro... Pero no vale hacerlo de cualquier manera!


Es importante tener en cuenta la superficie sobre la que irán situados, la mantelería o la textura. La luz de la que se disponga, e tamaño de la mesa o el número de comensales también condiciona este tipo de decoración.


Aunque los blancos y los verdes son los colores a los que se recurre con más asiduidad, romper con un poco de color es una muy buena opción si hay algún color predominante en la boda.


Arpillera, encajes, hilo de bala, crochet, lana... parece que todo vale para unificar nuestros tarros, verdad? Pues no es así... Lo que aparentemente es desordenado  casual, casi nunca suele serlo!